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El mes de julio es un buen momento para explorar tierras desconocidas o visitar destinos imperdibles mientras disfruta del sol de verano. Hemos seleccionado 5 destinos para que disfrute de una estancia inolvidable donde no faltarán las aventuras, las playas y los sabores.
Con auténticos pueblos ancestrales, playas de arena y un rico patrimonio histórico, este país situado al final de Europa seduce por su historia, sus sabores y su decoración. En julio, el telón de fondo de Portugal le llevará a un viaje en el que descubrirá tesoros perdidos al ritmo de las fiestas veraniegas. Piérdase por el laberinto de callejuelas de Óbidos para llegar al mercado medieval y ver a los trovadores que invaden las calles.
En Oporto podrá conocer a los bailarines y los grupos folclóricos tradicionales. En esta bella ciudad romántica, la gran Avenida de los Aliados es el lugar ideal para dar un agradable paseo que le llevará hasta el famoso barrio de Ribeira, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En el interior, la belleza de Portugal se refleja en la comida y los paisajes maravillosos. Los sabrosos vinos de las tierras del Alto-Duero, los dulces y las delicias del mar presentan una cocina sencilla y sabrosa, ideal para compartir en entornos naturales. En Sintra, el Algarve o Lisboa, no dude en deambular por los senderos en busca de castillos en el bosque, monasterios seculares y misteriosos jardines.
No hay una mejor estación que el verano para descubrir la increíble Indonesia. Con más de 17.000 islas, esta tierra del sudeste asiático ofrece paisajes que no encontrará en ningún otro lugar. La armonía de las playas paradisíacas y la densa vegetación con majestuosas montañas volcánicas es la esencia de este país: Java, Lombok, Sumatra o Bali, son lugares de gran renombre que invitan a visitarlos. Las islas Raja Ampat y Gili son las más famosas por su hermosa arena blanca y su mar cálido y turquesa con arrecifes de coral preservados de un esplendor impresionante. Con una vida marina diversificada, estos fondos marinos son pequeños paraísos para el buceo y otras actividades acuáticas. Por otra parte, en el corazón de los templos únicos y las islas perdidas, es fácil sumergirse en la cultura indonesia con deliciosos platos y bailes tradicionales. Estas excursiones mágicas en lugares atípicos no le dejarán indiferente.
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La isla más grande del Mediterráneo, Sicilia, es un destino ideal para satisfacer sus deseos de sol y descubrimientos culturales. Entre miles de kilómetros de playas, volcanes, reservas naturales y ruinas arqueológicas, este destino muestra una rica identidad cultural. El Valle de los Templos, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997, es un verdadero testimonio de la Gran Grecia.
Además, gracias a su agradable clima mediterráneo, es fácil entretenerse en Sicilia. Podrá disfrutar de actividades acuáticas, caminatas por las hermosas ciudades con calles coloridas en Taormina, Siracusa o Palermo, degustaciones de productos locales o fiestas locales tradicionales como el Festino de Sainte Rosalie en verano, ¡tiene donde elegir!
La isla más grande de Grecia, Creta, es el destino ideal para combinar playas y visitas culturales con un clima mediterráneo. En busca de los restos de grandes civilizaciones en medio de impresionantes paisajes de montaña, se encontrará con increíbles sitios arqueológicos. Knossos, Phaistos o incluso el museo de Heraclión son los principales monumentos del Mediterráneo. Se encuentran a las afueras de pueblos tradicionales donde los monasterios y desfiladeros dibujan un paisaje típico cretense. Además, en esta época del año, los festivales de teatro y música toman las calles de las ciudades antiguas para prometerle un espectáculo excepcional. A lo largo de los puertos venecianos con cafeterías y restaurantes, podrá disfrutar del arte frente a una puesta de sol en la hermosa bahía de la región.
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El verano es la mejor temporada para visitar Islandia y disfrutar de un clima templado. Aquí podrá realizar excursiones gracias a las cuales tendrá la oportunidad de descubrir paisajes espectaculares de una naturaleza en estado puro. Hasta que el sol no desaparezca por completo en el horizonte, podrá explorar sitios naturales a los que resultaría imposible acceder en invierno por las duras temperaturas.
El Círculo Dorado, la Costa Sur, los campos de lava de Krafla o las Tierras Altas, son lugares esenciales para realizar actividades de todo tipo. En el interior, podrá pasar una noche en el corazón de cabañas escondidas entre glaciares, volcanes, bosques, ríos y lagos para llevarse recuerdos memorables. Para una inmersión absoluta en la naturaleza y para experimentar la adrenalina, los glaciares son perfectos. Un paseo a caballo, una exploración de las cuevas o incluso ver a las ballenas abandonar sus criaderos…¡una amplia gama de actividades le espera para sumergirse en esta extraordinaria región!
