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Córcega, tierra montañosa y salvaje situada a unos 200 km de la Francia metropolitana, promete momentos fabulosos para todos aquellos que planeen pasar unos días allí. Estas son algunas de las actividades que podrá realizar y con las que disfrutará al máximo de sus vacaciones.
Aunque el Mediterráneo cuenta con muchas joyas, Córcega es una de las más importantes. Es un destino que puede atraer tanto a los aventureros como a las mentes curiosas, sin olvidar a los turistas en busca de relajación. Gracias a una situación geográfica favorable y un pasado cargado de historia, esta isla de 8 680 km2 cuenta con todos los atractivos turísticos para que cada visitante pueda pasar una estancia inolvidable, sea cual sea su perfil.
Los grandes amantes de la historia podrían contemplar los tesoros del pasado, como la Ciudadela de Bastia, Araguina-Sennola de Belvédère-Campomoro, el sitio arqueológico Piantarella, el Dolmen Funtanaccia, etc.
Desde su primer asentamiento, que data del período Mesolítico, Córcega ha sido objeto de muchas influencias que han forjado su autenticidad y cultura. Por lo tanto, la mejor manera de percibir su alma es tomarse el tiempo necesario para visitar sus pueblos, caminar por sus hermosos sitios naturales e interesarse en sus tradiciones.
Lugares típicos como la ciudad medieval de Sartène, el pueblo de Piana y sus majestuosas calas, Pigna y sus artesanos de todo tipo, o Saint-Florent forman parte de una larga lista de interesantes sitios que se deben visitar.
También resulta emocionante descubrir la isla a través de su gastronomía basada en una amplia gama de productos locales. La charcutería es una de sus especialidades. Pero los veraneantes también podrán disfrutar de figatellu, prisuttu, coppa, lonzu y sanguinelli. También tendrán la oportunidad de probar deliciosas especialidades como el queso brocciu, el azziminu, la trucha a la plancha, o las famosas albóndigas Sturza preti.
La isla que dio a luz a Napoleón Bonaparte es, por lo tanto, una tierra entrañable con un notable patrimonio cultural, histórico y natural. Pero no debe olvidarse que también es un destino con una amplia oferta de ocio. Las ciudades de Calvi y Porto-Vecchio son famosas por sus conciertos y por su vida nocturna, en general. Las costas de Córcega, especialmente las cercanas a los centros turísticos costeros, siguen siendo excelentes lugares para practicar deportes acuáticos y navegar.
