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La historia de la Isla de Ré

Debido a su apariencia tranquila y relajada, es difícil creer que los muros de la Isla de Ré hayan sido testigos de un pasado tumultuoso en el que ingleses, franceses y alemanes luchaban con el fin de ser los dueños de este pequeño paraíso. Las guerras han dejado su huella en este destino que luce fortificaciones y faros que han sido protagonistas de aquellos años en los que la calma que actualmente reina en este lugar no se conocía.
Descubra cómo se originó la Isla de Ré, quienes formaron parte de años difíciles carentes de estabilidad y todo lo que ha vivido este pequeño rincón convertido, con los años, en un destino turístico con espacios naturales que le dejarán sin palabras.

 

La historia de la Isla de Ré - Isla de Ré

Orígenes

Por su nombre podemos pensar que este destino siempre ha sido una isla, pero no es así. En un principio se trataba de un archipiélago compuesto por 4 islotes: Saint Martin, Ars, Les Portes y Loix. Los islotes se han unido de forma natural por aluviones que han ido haciendo desaparecer el espacio que existía entre ellos, aunque también ha ayudado la actividad humana con la creación de marismas.

Existen numerosos mitos acerca de su nacimiento. Uno de ellos es que la Isla de Ré apareció tras terremotos destructivos y reemplazó a la ciudad romana de Antioquía. De ahí la leyenda que cuenta que "cuando reaparezca Antioquía, desaparecerá la Isla de Ré". Otros, sin embargo, piensan que es debido a que los helechos (ratis en latín) cubrían el terreno, y este nombre evolucionó hasta convertirse en Ré.
 

 

La Edad Media

Ya en la prehistoria el hombre decidió asentarse en este lugar porque supo ver el punto estratégico del que se trataba. La proximidad al mar le permitía conseguir provisiones y le servía como protección a futuros ataques enemigos que, desgraciadamente, tuvieron lugar más tarde. Pero no fue hasta el siglo XII cuando empezó a crecer la población gracias, en parte, a la construcción de la Abadía des Châteliers. La población aumentó hasta alcanzar cifras similares a las que existen hoy en día. Sin embargo, otros factores hicieron que tuviera lugar una despoblación.

La Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia desde 1337 hasta 1453 afectó a la isla de Ré, como al resto de islas de Pertuis Bretón. Estuvo constantemente amenazada durante este periodo.

 

Siglo XVII: años de conflictos

La Isla de Ré fue el centro donde se hicieron evidentes los conflictos que oponían a franceses y británicos por el problema de la religión católica y la protestante.

En 1625, Benjamin de Rohan, duque de Soubise y protestante, estuvo al mando del famoso Asedio de Saint-Martin-de-Ré cuyo objetivo era apoderarse de la isla con la ayuda de la armada holandesa e inglesa. Sin embargo, los católicos reaccionaron inmediatamente y fracasó en su intento en el que Luis XII salió victorioso consiguiendo liberarla. En este mismo año se construyó el Fuerte de la Prée en la Flotte, una fortaleza que sirvió, años más tarde, para que las fuerzas alemanas instalasen en ella un búnker. Pero en 1627 este destino volvió a ser atacado por las tropas inglesas de las que George Villiers, I duque de Buckingham, estaba al mando. Desembarcaron en la Isla de Ré con el objetivo de seguir avanzando a la Rochelle. El comandante de la Isla de Ré, el mariscal Toiras, resistió a este ataque junto a Luis XIII, quien envió un ejército para conseguir liberar la isla del asedio inglés y holandés al que estaba sometida. En estos momentos vuelve a pasar a manos de los franceses, quienes creen que ya estaban exentos de peligro. Pero no se encontraban en lo cierto, ya que tan solo un año después el Duque de Buckingham acude a Sainte- Martin-de-Ré en un intento desesperado por alcanzar la victoria, pero en este caso la fortaleza parecía ser lo suficientemente infranqueable. Decidió desplazar sus tropas a la parte norte de la isla para acabar, finalmente, aceptando una nueva derrota en la que perdió a muchos de sus hombres.

Tras continuos ataques, se decidió crear un fuerte complejo defensivo en la isla para que ofreciese una garantía militar y una protección absoluta a la población. Bajo el mando de Luis XIV, uno de los mejores ingenieros militares de la época, Vauban, fue el encargado de llevar a cabo este proyecto que debía centrarse en Saint-Martin-de-Ré. Apenas 4 años bastaron para que murallas de 6 kilómetros se extiendesen con el único objetivo de proteger este destino.

Fue en 1681 cuando se llevó a cabo la fortificación del puerto de Saint-Martin-de-Ré que, más tarde, se utilizó como prisión de la que saldrían aquellos encarcelados cuyo destino sería realizar trabajos forzosos.

 

Siglos XIX y XIX

El siglo XIX comienza con unas condiciones de vida complicadas y una intensa emigración. En 1853 se construye en Saint-Clément-des-Baleines el Faro de las Ballenas (57 metros de altura) que, hoy en día, sigue siendo uno de los monumentos más importantes de la isla.
Durante años la isla estuvo conectada al continente únicamente por ferry y, por ello, se llevó a cabo uno de los proyectos más importantes en 1988: el puente que mide cerca de 3 km.

Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, en 1940, las autoridades alemanas descubren la situación estratégica con la que cuenta la Isla de Ré y esta se protege de cualquier posible ataque con baterías de artillería. Sin embargo, los primeros soldados alemanes comenzaron a llegar y consiguieron hacer de Saint-Martin-de-Ré su sala de operaciones. La Organización Todt construyó búnkers que, a día de hoy, todavía se pueden ver. En 1942 la isla ya estaba oficialmente ocupada por la marina alemana, que instaló su cuartel principal en La Couarde.

La intensa lucha hizo que en 1945 quedaran pocos puntos de resistencia alemana. Tras varias disputas, el almirante Schirlitz y el comandante Meyer firmaron el acta de rendición el 9 de mayo, liberando así a la Isla de Ré y la Rochelle.

 

La Isla de Ré después de las Guerras

La economía alcanzó su punto máximo a mediados del siglo XIX y luego fue en declive. La fiebre palúdica tuvo como consecuencia una alta tasa de mortalidad y se produjo un importante estancamiento del comercio. El vino perdió su renombre, las marismas se encontraban prácticamente abandonadas y todo parecía ir mal en la Isla de Ré. Pero el sector del turismo adquirió gran importancia a partir de 1960 y comienzó a evolucionar hasta convertirse hoy en día en el destino turístico tranquilo que todo el mundo quiere visitar porque guarda un encanto especial.

La Isla de Ré conserva muchos monumentos que narran la historia que vivió y que podrá admirar si decide visitar este destino único, como las fortificaciones de Vauban, el Faro de las Ballenas, el Fuerte de la Prée y otros tesoros que, sin duda, le sorprenderán.

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