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Tierra de mitos y sol, Grecia es el destino soñado por aquellos que tienen alma aventurera y por los que son aficionados a la historia. Es un país en el que abundan los sitios históricos y las islas de incomparable belleza. Su población es conocida por su gran hospitalidad, por lo que ningún otro destino le podrá ofrecer tanto placer como la cuna de la civilización occidental.
Ya solo por su condición de capital, Atenas se convierte en todo un reclamo turístico. Pero son muchas más las cosas que hacen imprescindible su visita. Templos, estatuas e impresionantes palacios reunidos en un solo lugar, esa es la clave del éxito de Atenas.
La Acrópolis de Atenas y los barrios de la ciudad le invitan a descubrir la cultura helenística. En la plaza Syntagma podrá admirar el espectáculo de la guardia del palacio presidencial y saborear un buen té en una terraza con sombra y rodeado de tiendas, no se aburrirá.
Otro destino emblemático de Grecia es Creta, conocida como la cuna de la civilización minoica. La isla alberga el Palacio de Knossos construido por el rey fundador de una de las ciudades más poderosas de la cuenca del Egeo.
Desde Heraklion a Hania, hay una multitud de sitios históricos donde puede disfrutar de su pasión por la historia, pero lo que atrae a la mayoría de los viajeros aquí es la famosa garganta de Samaria. Es la segunda más grande de Europa y una verdadera invitación a emprender caminatas que conducen a espléndidos y coloridos cañones. Descubrirá que Creta es el lugar ideal para vivir algo totalmente único y diferente.
Las islas griegas son algo de lo que todo el mundo habla, pero pocos han logrado describir con precisión la belleza de estas pequeñas tierras perdidas en el corazón del mar Egeo. Las Cícladas, el Dodecaneso y Corfú son algunos de los destinos que le sorprenderán en su viaje. ¿Le encanta relajarse? Entonces, una parada en Mykonos le dará la oportunidad de vivir ratos de paz en las playas del Paraíso y el Gran Paraíso mientras disfruta de la atmósfera festiva de la región. En Delos, no debe perderse los restos mejor conservados del país.
Otra buena opción es visitar la isla de Santorini, que albergó la mítica ciudad de Atlantis. Es en el tranquilo pueblo de Oia donde las puestas de sol son un bonito espectáculo. Si busca un poco más de tranquilidad, la isla de Milos le está esperando, el lugar donde se descubrió la famosa estatua de Venus hoy expuesta en el Museo del Louvre.
