Famosa en todo el mundo por sus interminables playas de arena, la Costa Brava es un destino relajante por excelencia, especialmente porque goza de un sol radiante durante gran parte del año. Distribuida entre las playas de las grandes ciudades como
Sant Feliu de Guíxols o
Lloret de Mar y sus largas costas salvajes bañadas por un mar con muchos tonos de azul.
Alquilar una villa de lujo en la Costa Brava le permitirá disfrutar plenamente de la magia catalana, en un escenario totalmente diferente.
A la sombra de las montañas, estas prestigiosas residencias están perfectamente integradas en el paisaje natural y disfrutan de una gran tranquilidad que es difícil de encontrar en otros tipos de alojamientos, especialmente en temporada alta. En el interior, pueblos pintorescos guardan el encanto único de Cataluña y en todas partes, a lo largo de sus rutas, descubrirá magníficos monumentos, como el
Monasterio de Sant Pere de Rodes y el centro histórico de
Castillo de Aro.