La
Isla de Ré es una de las joyas de Charente Marítima. Se extiende a lo largo de 30 kilómetros y sus 10 pueblos y paisajes variados le dan un encanto único: playas de arena, marismas, bosques, casas tradicionales, etc. La isla se caracteriza por su autenticidad y estilo de vida. Un lugar de vacaciones muy popular que conserva su aspecto salvaje. La Isla de Ré es un destino ideal para pasar un fin de semana, unas vacaciones deportivas en familia o simplemente para descansar.
Sus carriles bici se extienden a lo largo de más de 100 kilómetros, por lo que podrá pasear a través de los viñedos y las marismas, descubrir el santuario de aves de
Portes-en-Ré, ver cómo trabajan la sal, practicar kitesurf o surf, descansar en una de las muchas playas, mezclarse con los lugareños mientras compra en el mercado y vivir al ritmo pausado de la isla.
La isla también está llena de historia: iglesias, fuertes, murallas y tradiciones locales. La arquitectura de la isla se complementa a la perfección con el legado de
Vauban, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En cada pueblo encontrará pequeñas calles bordeadas de malvarrosas, restaurantes junto al mar, mercados de productos frescos y coloridos donde podrá comprar ostras, pescado y otros productos de la cultura local.