Esta joya de la costa croata fue, originalmente, una isla aislada, rodeada de murallas para protegerla de ataques externos. Hoy se encuentra conectada por un dique y guarda muchos vestigios de su pasado en su casco antiguo. La visita de este lugar cargado de historia es algo que no debe perderse durante su estancia. Sus calles estrechas están llenas de casas de piedra increíblemente bien conservadas. De hecho, algunas incluso mantienen su techo de laja.