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Ubicada en el corazón de Cataluña, se encuentra Barcelona, una ciudad dinámica que cada año atrae a más viajeros. No hay nada mejor para sumergirse en la vida mediterránea que visitar uno de los principales lugares culturales y de vanguardia de Europa durante un fin de semana. Encontrará aquí museos de arte moderno, arquitectura, gastronomía, sol, música y playas ... ¿Qué hacer y por dónde empezar?
Ya sea en familia o con amigos, es imposible aburrirse en esta vibrante metrópoli en la que se mezclan la influencia gótica y las tendencias cosmopolitas.
Comience su primer día en la Plaza Catalunya y los alrededores. Esta emblemática plaza conduce al distrito de Eixample. Opte por un paseo cultural por Passeig de Gràcia que conquistará a los amantes del arte y la arquitectura. Aquí encontrará dos grandes obras de Antonio Gaudí: la Casa Batlló y la Casa Milà. Un poco más adealnte se encuentra la basílica de la Sagrada Familia, iniciada en 1882, otra obra maestra inacabada de Gaudí y verdaderas joyas del modernismo catalán. En las inmediaciones de la plaza también encontrará muchas tiendas para hacer algunas compras.
Otra posibilidad es coger la otra dirección desde Plaza Catalunya para bajar por las famosas Ramblas. De hecho, Barcelona no sería Barcelona sin este centro neurálgico, un paseo de piedra pavimentada de 1,5 km, repleto de quioscos y tiendas, y cuya belleza se ve sublimada por el famoso mercado de la Boquería. No dude en comer en uno de los restaurantes de la Plaza Real que bordea las Ramblas. Todos son excelentes, con especialidades de pescado, tapas y platos de carne.
Entre los lugares imprescindibles de la ciudad condal, también se encuentra el Parc Guëll, una atracción turística de la ciudad donde se mezclan exuberantes jardines y mosaicos variados. Así que este es un plan ideal para su segundo mediodía. Para llegar hasta este parque de mil colores, podrá coger el autobús o el metro. Arriba, se encuentra los famosos "Bunkers del Carmel", un lugar excepcional para disfrutar de un atardecer al final del día.
Otra opción, si lo prefiere, es pasear por el distrito del Born, tranquilo y lleno de encanto. No se pierda: la Catedral de Santa María del Mar. Encontrará muchos restaurantes para disfrutar de su noche.
Si prefiere hacer una visita en familia, diríjase al distrito de Montjuïc para comenzar su segundo día. Esta perla escondida de la ciudad y antiguo teatro de los Juegos Olímpicos de 1992, se alza en la cima de esta colina que domina la metrópoli. Además de los encantadores callejones, no olvide pasear por el Poble Espanyol, un verdadero pueblo reconstituido en el corazón de la ciudad.
Y después de un día lleno de paseos y descubrimientos, podrá relajarse y optar por una tarde de descanso en la playa de la Barceloneta, a la cual se puede acceder fácilmente a través de la línea 4 de metro.
Si durante el día este lugar está lleno de rincones fascinantes, por la noche el barrio de la Barceloneta seducirá a todos los amantes de la gastronomía española. Entre tapas para compartir y paellas enfrente del mar en un ambiente festivo, el distrito de encanto mediterráneo ofrece una experiencia gastronómica única.
Cerca del puerto hay una magnífica azotea, en el museo de historia catalana, que ofrece en verano unas vistas únicas de los barcos atracados. Podrá disfrutar de una bebida refrescante o de una excelente comida.
Por supuesto, durante su estancia, podrá moverse a su antojo por Barcelona y mezclar itinerarios para convertir su viaje en una experiencia única que nunca olvidará.
