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Ocupando un lugar especial en la vida francesa, la gastronomía es que no hay que perderse cuando Francia es el destino elegido para sus vacaciones. Refinada, sabrosa y de calidad, la gastronomía francesa es reconocida mundialmente como una verdadera obra de arte. Pero, ¿qué es lo que hace tan especial a esta cocina?
Como todas las cocinas del mundo, la cocina francesa evoluciona a medida que pasa el tiempo. Durante la Edad Media, la cocina no tenía ningún valor estético. A los reyes y la aristocracia, los platos se les presentaban de manera confusa.
Antes de la Revolución Francesa, París sufrió numerosos cambios, especialmente en la cocina. La ciudad era constantemente abastecida por materias primas y alimentos preparados, lo que les permitió a los profesionales perfeccionar este arte. Como resultado, profesiones como la de de asistente de cocina y cocinero alcanzaron gradualmente mayor importantancia en la sociedad.
La llegada del siglo XVII y nuevos elementos del Nuevo Mundo dieron origen a la alta cocina francesa. Es precisamente François Pierre de La Varenne, un reconocido chef, quien creó el primer libro de cocina en Francia. En sus recetas, se apreciaba una mejora en el diseño de los platos de carne, visiblemente más ligeros.
Después de la Revolución Francesa, los chefs ya podían crear y vender sus obras maestras. Así, la gastronomía francesa se fue refinando gradualmente y se caracteriza por sus diferentes salsas, llamadas salsas madre, que acompañan a los platos, como el soufflé, hecho por primera vez en el siglo XIX. Con la llegada de los tiempos modernos y los nuevos equipos de cocina, la gastronomía francesa ha seguido evolucionando para dar nacimiento a una cocina con sabores sutiles y muy codiciada por los gourmets.
