A pesar de su pequeño tamaño, la Isla de Ré alberga auténticos tesoros naturales e históricos. Descubrirá lugares que fueron testigos de guerras, espacios naturales envidiables y joyas arquitectónicas que le sorprenderán. Móntese en una bicicleta y comience a vivir una aventura que será inolvidable. ¡La Isla de Ré le está esperando para unas vacaciones donde la tranquilidad y la calma son todo un mantra!
Un emblemático monumento histórico de la Isla de Ré: la abadía de Notre-Dame-de-Ré, fundada en el siglo XII. Ha sido destruida y restaurada en varias ocasiones durante la historia, y fue abandonada definitivamente por los monjes cistercienses a mediados del siglo XVI. Todo lo que queda son sus restos, ubicados cerca de los acantilados de la cara noreste, próximos a Flotte-en-Ré, en medio de campos de trigo y amapolas. Puede organizar una visita guiada, aunque el acceso libre es gratuito.
Esta iglesia parroquial fortificada fue construida durante varias etapas desde el siglo XII. Su campanario fue añadido en el siglo XV y ha servido durante mucho tiempo como un punto fijo para la navegación, así como un puesto de vigilancia marítima. Hoy es accesible para los turistas y ofrece una panorámica de 360° de los viñedos y los campos de alrededor, y unas vistas directas de la isla de Olerón y Fort Boyard.
Situado en el extremo occidental de la Isla de Ré y aún activo, el Faro de las Ballenas fue construido en 1854 para reemplazar la antigua torre cuyo alcance era demasiado limitado. Su rango de luz es de 50 kilómetros. Cientos de miles de visitantes cada año suben por su escalera helicoidal de 257 escalones para admirar las vistas desde su cima. Esta es una de las principales atracciones de la isla. Debe su nombre a las muchas ballenas que una vez encallaron en esta zona.
Con sus 100 km de costa, la Isla de Ré alberga algunas de las playas de arena más bonitas de toda la costa atlántica. Para bañarse, las más populares se encuentran al sur de la isla (La Couarde-sur-Mer, Le Bois-Plage-en-Ré), protegidas de los vientos dominantes.
Las playas del norte tienen una apariencia más salvaje y auténtica. Por ejemplo, Conche de baleines, bordeada por el bosque de Lizay y las dunas es un lugar ideal para nadar y caminar. Entre nuestras playas favoritas se encuentran la playa de Grenettes, la playa de Couarde, la Conche des baleines y las pequeñas playas de Portes en Ré hasta La Patache.
Al norte de Isla de Ré se encuentra un área de aproximadamente 120 hectáreas conocida por sus marismas. Aquí también se ubica la Reserva Natural de Lilleau des Niges, hogar de muchas especies de aves migratorias, principalmente de los países nórdicos.
Le invitamos a visitar el Ecomuseo dedicado a la historia de las marismas saladas, que presenta la profesión del trabajador de la sal.
Construido a finales del siglo XVII, las fortificaciones de Vauban de la comuna de Saint-Martin-de-Ré fueron inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2008. Este recinto se caracteriza por su forma de estrella y fue diseñado para, originalmente, albergar a toda la población de la isla en caso de invasión.
Si es un excursionista o simplemente le gusta explorar, podrá caminar a lo largo de las murallas a través de un camino peatonal y disfrutar de un paseo por Saint-Martin, un pequeño pueblo muy agradable organizado en torno a su encantador puerto.
La industria del vino fue importada por los monjes en el siglo XIII y se extendió rápidamente hasta el punto de llegar a ocupar la mayor parte de las tierras de cultivo a finales del siglo XIX.
Actualmente, representa alrededor de 650 hectáreas de cultivos dedicados a la producción de vinos blancos, rosados, rojos y espumosos, en el terroir de Pineau des Charentes y Cognac. Las vides son, por lo tanto, una parte importante de la identidad de la isla y dan forma a su paisaje.
El vino se produce a partir de ocho variedades de uva diferentes: ugni-blanc, colombard, chardonnay, sauvignon para vinos blancos y merlot, cabernet franc, sauvignon y tannât para vinos tintos.
Podrá conocer a los enólogos y participar en una cata al detenerse en la bodega cooperativa durante un paseo en bicicleta. Esta se encuentra en la carretera que va de Sainte-Marie-de-Ré a Bois-Plage. La visita es gratuita y permite descubrir el arte del vino.
La Isla de Ré debe su éxito, sobre todo, a sus 10 pueblos pintorescos con paisajes variados. A pesar de su similitud, cada pueblo ofrece un ambiente específico y auténtico con su propio patrimonio arquitectónico, y vale la pena visitarlo: Saint-Martin de Ré, La flotte, Ars en Ré, Sainte-Marie de Ré, Loix, Bois-Plage-en-Ré, Couarde sur Mer, Rivedoux, Saint Clément des Baleines, Les Portes en Ré.