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Como el cuscús, la cocina marroquí es rica, sabrosa y está llena de colores y sabores. Aunque este plato es el más conocido de la gastronomía del país, está lejos de ser la única delicia proveniente del reino Jerifiano.
Catalogada como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, la cocina marroquí, como todas las del Mediterráneo, cuenta con una gran cantidad de suculentos platos. Además del inevitable cuscús, un plato de origen bereber hecho a base de sémola de trigo duro que se puede acompañar con carne y muchos otros ingredientes, también hay otras especialidades que merecen ser probadas. El uso de especias como el eneldo, el azafrán, el cilantro, el clavo y la cúrcuma aporta más sabor a los platos. El meshwi, cordero asado en un fuego de leña, es un delicioso ejemplo. El tajín, un guiso que se cocina estofado, también es uno de los platos estrella. Y la pastela, una especie de repostería dulce salada, refleja la influencia de la tradición culinaria andaluza en la cocina marroquí.
En cuanto a la repostería marroquí, notaremos la presencia de la miel y las almendras en la receta de las diversas especialidades dulces del país. Beghrir es una especie de crêpe hecho de harina, sémola, levadura y sal, untado con mantequilla y empapado en miel. La cocción se realiza en una sola superficie. Podrá disfrutar de esta delicia con una taza de té o café. Es un plato muy típico en todos los países que forman parte del antiguo Imperio Persa. El baklawa también es un dulce que se encuentra en las mesas de las familias marroquíes.
Si hay un postre típico marroquí, es el faqqas, un pastel hecho de harina, azúcar, miel, huevos y levadura al que se le pueden agregar pasas o almendras. En la categoría de repostería, cabe destacar, también, las briouats de miel,ghoriba, dliba, kanafeh y makroud. ¡No puede perderse estas delicias!
El vino ha sido parte de la gastronomía marroquí durante varios siglos. De hecho, la actual ciudad de Meknes fue el centro de producción de vinos de Marruecos durante la Antigüedad. Hay una gran variedad de vinos marroquíes disponibles, principalmente, en el mercado nacional.
El Thaleb, el Chaud-Soleil, los Vieux-Papes, Sidi Brahim y Ksar están entre los mejores vinos tintos del país. El Valpierre, el Muscat de Béni-Snassen y el Chaud Soleil son los más apreciados en la categoría de vinos blancos. Para los amantes de los rosados, el Guerrouane del AOG de Sahari y Oustalet son las dos marcas más prestigiosas que se pueden encontrar en las mesas marroquíes. También hay un vino gris muy bueno producido por los enólogos locales, Boulaouane, que es recomendado para acompañar un plato de carne de ave, carne blanca o pollo marroquí.
Marruecos es famoso por su cocina tradicional, con mil especias y mil sabores. En los zocos, disfrutará de una increíble mezcla de colores. Si desea visitar Marruecos, podrá ver montañas de especias y hierbas de todo tipo.
La pregunta más frecuente cuando se acerca el final del viaje es la de:¿qué recuerdo traer de vuelta?
La gastronomía de Marruecos es una de las mejores del mundo, muy adaptada al paladar francés: picante, pero dulce salado. Los marroquíes tienen sus pequeños secretos que les permiten hacer de una receta simple un plato delicioso. Por lo que sería una gran idea comprar los ingredientes más especiales de este lugar para intentar representar la cocina marroquí cuando esté de vuelta.
