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¿Ha decidido pasar un fin de semana en Lisboa, pero no sabe qué lugares visitar en esta ciudad rica en cultura y paisajes? Hemos preparado para usted un itinerario que podrá seguir para no perderse nada de lo esencial de esta magnífica capital. Póngase un calzado cómodo, coja su cámara de fotos y descubra Lisboa en un fin de semana.
Para su primer medio día, el tranvía 28 le está esperando. Salga de Praça de Figueira para dirigirse al distrito de Belém. Aquí encontrará los principales monumentos históricos de la capital, así que no se pierda la famosa Torre de Belém. Esta construcción es uno de los ejemplos más importantes de arquitectura manuelina. Se trata de una torre gótica que se eleva, con orgullo, en la desembocadura del río Tajo, protegiendo la entrada del puerto a la ciudad. En el siglo XVI, este edificio fue un fuerte. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Torre de Belém fue considerada como un punto de partida para los exploradores que se dirigían a explorar el mundo durante los Grandes Descubrimientos.
También podrá ver el Monumento a los Descubrimientos (Padrao dos Descobrimentos) erigido en memoria de los conquistadores. No se pierda el impresionante Monasterio de los Jerónimos, ordenado por el rey Manuel I, y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La Iglesia de Santa María es también un imprescindible del barrio de Belém.
Después de este día rico en descubrimientos, no dude en detenerse a degustar la gastronomía local en uno de los muchos restaurantes que pueblan la ciudad.
Para el resto de su día, hay varias opciones disponibles según sus deseos: podrá continuar sus descubrimientos explorando el barrio de Baixa, una excelente referencia para aquellos que deseen hacer compras, pero también para beneficiarse de las impresionantes vistas de Lisboa, desde el ascensor de Santa Justa (Elevador de Santa Justa). Si viaja con niños, le recomendamos ir al Parque das Naçoes (Parque Nacional), que albergó la EXPO de 1998, y que incluye el Oceanario de Lisboa. Se trata de algo más que un acuario. Debido a su gran tamaño, literalmente se sentirá sumergido. Aquí encontrará, aproximadamente, 8.000 criaturas marinas. Con más de 450 especies diferentes de animales, incluidos pingüinos, tiburones, nutrias marinas y muchos peces, este es el lugar perfecto para pasar un gran día en familia.
También podrá cenar en el muelle para disfrutar de una agradable experiencia durante el atardecer.
En su última mañana, podrá coger el tranvía 28 desde Campo de Ourique. Este le dejará en el encantador barrio de Alfama, en el corazón de la capital portuguesa. Hay mucho que ver, como las pequeñas calles empedradas, pero también los hermosos restaurantes y las pintorescas tiendas. Aunque el barrio es hermoso, los caminos son un poco accidentados, por lo que le recomendamos llevar consigo un calzado cómodo. ¡Piérdase en las coloridas calles y descubra la verdadera Lisboa!
El tiempo se está acabando y aún quedan monumentos que ver en esta ciudad. Así que no espere más y diríjase al distrito de Castelo. Encontrará, entre las calles auténticas y encantadoras, el sublime Castelo de Sao Jorge. Piérdase por los callejones y contemple las casas con fachadas de colores y balcones con encanto. Aquí podrá sentir la amabilidad de los habitantes y la buena vida de Lisboa. Una vez en el castillo, podrá dar rienda suelta a su imaginación pensando en los caballeros en las murallas ... pero no se olvide de llevar su cámara para inmortalizar la vista panorámica del río Tajo.
Si prefiere relajarse en sus últimos momentos en la ciudad, no dude en visitar una de las bonitas playas que rodean la costa de Lisboa. Podrá disfrutar del sol mientras toma una bebida fría y contempla el paisaje.
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