Seychelles es el destino perfecto para aquellos viajeros que busquen descanso y paisajes en un entorno idílico. Para que su estancia sea lo más placentera posible, aquí le dejamos una lista de las 10 cosas que no debe perderse en las Seychelles.
Las Seychelles son mundialmente conocidas por sus numerosas playas rodeadas de rocas de granito. Para disfrutar de este entorno encantador, siga las carreteras costeras de Mahé que bordean más de 70 playas de arena blanca. También acérquese a Anse Lazio y Anse Source d'Argent, Praslin.
Un viaje a Seychelles no estaría completo si no visita la capital, Victoria, que también es la única ciudad del archipiélago. Tómese el tiempo que necesite para descubrir su campanario, su museo nacional, su jardín botánico, su colorido mercado y su museo de historia natural.
Las casas coloniales del archipiélago son bastante fascinantes. Su arquitectura heredada de la colonización francesa e inglesa no le dejará indiferente. Podrá ver estas casas construidas en el siglo XIX por plantadores en La Digue.
Cuando hablamos de las Seychelles, también pensamos en el buceo. La reserva marina del Parque Nacional Marino Sainte-Anne le promete una aventura inolvidable bajo el agua.
Si decide ir a las Seychelles en el mes de agosto, aproveche la oportunidad de nadar con tiburones ballena a lo largo de las costas oeste y norte de Mahé, y más específicamente en el Parque Nacional Marino Port Launay. El centro de buceo de esta localidad le ofrecerá increíbles excursiones por el mar.
Un barco con fondo de cristal es una excelente forma de explorar el Parque Nacional Marino de St Anne. Además de descubrir varias variedades de peces, también podrá alimentarlos de manera segura.
La Digue es una isla encantadora que ofrece un momento único de desconexión en plena naturaleza. Debido a sus proporciones modestas, podrá visitarla a pie o en bicicleta. Sumérjase en su exuberante vegetación y pasee por los caminos con una sucesión de plataneros y cocoteros.
Durante este viaje en plena naturaleza, descubrirá la fruta que crea la fama del archipiélago: el coco de mar, apodado nalgas de coco. El entorno es definitivamente encantador: varias especies de aves han encontrado refugio aquí y el paisaje está formado por gigantescas raíces.
La observación de aves es una de las actividades emblemáticas del archipiélago. Con fregatas, golondrinas de mar, noddies y papamoscas, el espectáculo promete ser inolvidable. Nos vemos en La Digue o en Mahé. Las tortugas gigantes son también estrellas locales. Podrá verlas cerca de los parques.
Debido a que la visita de Seychelles no se trata solo del mar y la playa, su estancia seguramente estará marcada por hermosos descubrimientos culinarios. Disfrute de platos típicos de la cocina local a base de pescado, como barracuda, carangue o burguesa, acompañados de verduras y fruta del pan. No escatime en frutas tropicales ricas en sabores, y por supuesto en la cerveza local: Seybrew.