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Este destino, apodado la lágrima de la India, es un lugar de ensueño que tiene mucho que ofrecer a sus visitantes. Se encuentra alejado del turismo de masas y ofrece esa agradable sensación de estar desconectado del mundo. Además, ¡la aventura está garantizada!
La visita de las ciudades históricas es una actividad esencial durante un viaje a Sri Lanka. Será como si estuviera volviendo al pasado explorando sitios de una belleza excepcional. Anuradhapura es una ciudad particularmente interesante, donde descubrirá varios restos de monasterios y enormes dagobas. También dé un salto a las famosas Cuevas de Dambulla, un lugar de herencia budista, famoso por albergar múltiples estatuas de Buda en varias posiciones. No se pierda la Roca del León y la ciudad de Polonnaruwa, que es la antigua capital del país
El tren es un medio de transporte muy agradable para descubrir el país. Disfrutará de un desfile de paisajes impresionantes, donde las plantaciones de té y café se suceden. Para disfrutar de este viaje único, intente reservar su asiento en un compartimento de cristal para aprovechar al máximo las vistas. Podrá elegir entre varias rutas: Kandy a Badulla, Colombo a Kandy o Kandy a Haputale.
¿Sabía que Sri Lanka es uno de los mayores productores de té del mundo? Durante su estancia, tómese el tiempo que necesite para colarse en las plantaciones de té y descubrir (con suerte) el proceso de producción y comercialización de esta bebida. Visite el antiguo pueblo colonial de Ella, en Haputale, donde se desarrolló el negocio del té de Thomas Lipton o diríjase a Nuwara Eliya.
La antigua Ceilán también está llena de lugares perfectos para practicar surf y buceo en todos los niveles. Los que vayan en busca de emociones deberán dirigirse a la bahía de Arugam, conocida como el paraíso del surf. Entre las sesiones de exploración submarina, disfrute descansando en las hermosas playas de Navalady o en las de las islas situadas frente al faro de Batticaloa.
Para que su estancia en Sri Lanka sea aún más memorable, no se olvide de la famosa peregrinación al Pico de Adán, situado en lo alto de la sagrada montaña de Sri Pada. Según las creencias, Shiva, Adán y Buda dejaron su marca. Durante el ascenso, podrá detenerse en las casas de té.
