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La primavera está a la vuelta de la esquina para traernos color y temperaturas suaves. ¿No sabe a dónde ir para relajarse y disfrutar de este clima templado en Pascua? ¡Hemos seleccionado 3 destinos ideales para usted!
Con 300 días de sol al año, las Islas Baleares son el destino perfecto para disfrutar del clima templado en Pascua y de la calma antes del verano.
Mallorca, la isla más grande del archipiélago balear, está llena de playas paradisíacas de arena blanca y guijarros rodeadas de pinos. La de Coll Baix, la de Es Trenc o la de Muro son lugares celestiales con un mar azul y donde la flora y la fauna se desarrollan en armonía. En estos entornos suntuosos, una amplia gama de actividades estará a su alcance. Buceo, snorkel, windsurf o incluso kayak de mar, ¡hay para todos los gustos!
Para quienes busquen hacer una escapada en plena naturaleza, el senderismo es la opción perfecta. A través del Parque Natural de la Península del Llevant, el Cabo de Formentor conduce a calas o, incluso, por Pedra en Sec, en el norte, encontrará antiguos caminos. Podrá disfrutar de las vertiginosas alturas de los acantilados sobre el mar. A lo largo de esta extensión azul, tendrá la oportunidad de visitar Sa Calobra, bajar al encantador puerto de Valldemossa o conocer las aldeas enclavadas en lo alto de colinas y valles verdes. Y llega el momento del descanso, donde le será casi imposible resistirse a las preparaciones de mariscos frescos como los famosos camarones de Port de Soller.
Después de esta escapada gastronómica, descubra las casas de piedra a través de un paseo por las encantadoras calles del pueblo de Deia, que le transportará directamente a Italia por su parecido con la Toscana. Por otra parte, es en este mismo rincón fue donde muchos artistas, como el poeta Robert Graves, se establecieron, cerca de la Cala Deià, una de las más bellas playas del oeste. La reina de las Islas Baleares ha sido, durante mucho tiempo, la tierra favorita de artistas como Joan Miró o Miquel Barceló. En este destino donde el arte está ampliamente representado, al sur de la isla, con su famosa bahía y puestas de sol, se encuentra la capital, Palma, con calles adoquinadas, iglesias góticas y palacios barrocos. No muy lejos de aquí, encontrará la catedral de la ciudad, con magníficas vidrieras en el interior, algunas de las cuales han sido diseñadas por Antonio Gaudí, y extraordinarios arcos arbotantes que se reflejan en el mar.
Famosas por su vida nocturna, las Islas Pitiusas son el destino principal para la élite de todo el mundo, que se reúne en clubes nocturnos de fama mundial y en las playas más hermosas. Una de ellas, Pou des Lleó, es una de las más salvajes y solitarias del entorno, con un degradado de azul sobre sus aguas y rocas que salpican la costa. Por otra parte, en la parte oriental de Ibiza, es posible encontrar una cultura tradicional con bonitos pueblos, playas paradisíacas y una suculenta gastronomía marina. Las reservas naturales, incluidas las de Es Vedrà y Es Vedranell, están deshabitadas y se encuentran entre los sitios más bellos del suroeste. Están rodeadas de maravillosas calas secretas como Xuclà, donde los entusiastas del buceo disfrutarán con la riqueza de las profundidades submarinas y la impresionante variedad de vida silvestre. En busca de tranquilidad, en el interior, diríjase hacia la cima de la Torre d'Es Savinar, la torre pirata del siglo XVII más alta de la isla del desde la que se puede admirar una magnífica puesta de sol. Catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Dalt Vila, las fortalezas renacentistas también son una visita obligada.
Esta maravillosa isla del Charente Marítimo ofrece auténticos paisajes naturales con colores que van cambiando a medida que pasan las estaciones. Su estancia durante Pascua estará llena de grandes hallazgos, sobre todo, de sitios preservados que le encantará descubrir. Póngase sus zapatillas de deportes y coja una bicicleta con la que podrá pasear por los 110 km de carriles adaptados para ello.
De hecho, como en la mayoría de las islas atlánticas, el ciclismo es el medio de transporte perfecto para sus vacaciones. A lo largo de las marismas se encontrará con un universo de bosques de pino marítimo y playas de dunas, donde disfrutará de dulces aromas como los que desprenden las malvas. A medida que avance, descubrirá el olor de los jabones artesanales con colores de la tierra, los perfumes, los aceites vegetales y la leche de burra. Y, en la esquina de una playa, podrá descansar sobre la suave arena de Trousse Chemise o Bois-Plage-en-Ré, frente a las costas salvajes.
Entre la tierra y el mar, en los mercados locales, podrá descubrir los sabores de la tierra y la artesanía. El de la Flotte ofrece un ambiente agradable y auténtico. Es muy habitual probar las excepcionales cervezas 100% naturales de La Brasserie Bières donde los métodos tradicionales continúan perpetuando. Y luego tocará disfrutar de una buena fuente de marisco local. Entre los productores, artesanos y comerciantes de souvenirs, encontrará frutas, verduras, ostras, sabrosos mariscos y quesos del país que no debe perderse. Las representaciones de los conocimientos tradicionales y las tradiciones ancestrales, las cosechas de sal, la ostricultura, el cultivo de la vid y la horticultura han creado paisajes de una belleza única a lo largo de los años. Conozca a los criadores de ostras, salineros, enólogos o artesanos y ¡descubrirá puras y simples maravillas!
El patrimonio natural e histórico de los alrededores sorprenderá a los viajeros. Se trata de un territorio donde la naturaleza y la tradición conviven en armonía, y hay multitud de elementos decorativos como la reserva natural de Lilleau des Niges, que hacen de este lugar un paraíso para las aves y las mariposas. Este destino también cuenta con molinos de viento, faros y edificios militares en el corazón de los pueblos, entre los que destacan las fortificaciones de Saint-Martin-de-Ré, clasificadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Definitivamente, la Isla de Ré le sorprenderá en todos los sentidos.
Pascua en Córcega ... una estancia donde las tradiciones, los paisajes celestiales y las actividades sensacionales se unen para garantizarle una escapada memorable. En Porto-Vecchio le esperan hermosas playas como Rondinara y Palombaggia, con arena blanca y aguas color turquesa frente a la reserva natural de las Islas Cerbicali. Los ríos crean piscinas naturales, perfectas para nadar, cerca de los pozzi, pequeños estanques característicos de Córcega.
En esta época del año, esta tierra francesa comienza todo tipo de tradiciones curiosas, como la de los crucettes, palmas tejidas a partir de hojas de palma amarillas para crear un amuleto de la suerte que, posteriormente, se colgara en las casas como símbolo de pureza . Además, se celebran una gran variedad de fiestas religiosas en las que abundan los platos sabrosos: garbanzos, cordero, cacavelli (un pan dulce con sabor a anís), sciacci (relleno con brocciu) o incluso panettes (pequeños bollos con limón o azahar).
En la isla de la belleza podrá disfrutar del paisaje típico del norte en Cap Corse que cuenta con una cresta rocosa y valles. En las montañas de Balagne, encontramos un homenaje viviente a la cultura tradicional corsa con un grupo de alfareros, escultores, pintores, luthiers y músicos en el pueblo de Pigna. Se encuentra cerca de Patrimonio, conocido por su viticultura, con deliciosos moscatel, blancos de carácter y sorprendentes rosados. Más hacia el oeste, encontrará Ajaccio con un ambiente relajado, que alberga el Museo Fesch con más de 16.000 obras, algunas de Botticelli y Tiziano. Tampoco debe perderse los sitios arqueológicos de Filitosa y Levie en el borde de uno de los más bellos sitios de montaña de Córcega, las Agujas de Bavella de la Alta Rocca. Lleno de rutas de senderismo y ríos donde practicar barranquismo, este es uno de los lugares naturales más bellos. Después de este recorrido haga una parada en Bonifacio, un pueblo enclavado en los acantilados que alberga calas, ensenadas y playas en un entorno mágico.
En el corazón del Mediterráneo, Córcega ofrece una amplia variedad de actividades para compartir en familia o con amigos. Senderismo o paseos a caballo son actividades ideales para sumergirse en la naturaleza corsa, en el interior del país. ¿Quiere refrescarse? Durante una sesión de barranquismo, se sumergirá en los cañones de Vacca, Purcaraccia o, incluso Baracci. Mientras, los más aventureros podrán subir al macizo de Bavella. En la costa, el kitesurf o el windsurf le prometen hermosas sensaciones en las bahías de Bonifacio. Pero no se pierda una inmersión increíble en Lavezzi, el pequeño paraíso de roca clara protegido por el cielo y el mar.
