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La Ciudad Roja despierta la curiosidad de viajeros procedentes de todo el mundo. Esto se debe a su mezcla de culturas, leyendas y paisajes increíbles. De hecho, cuenta con famosos lugares esenciales, pero también con muchos tesoros que pocos conocen e imaginan. Para descubrirlos, hay que salir de la ciudad y aventurarse a descubrir los paisajes del desierto y, simplemente, admirar estas bellezas.
A los pies de las montañas, su escapada a las afueras de Marrakech le llevará al Paradis du Safran. En el corazón de una plantación ecológica, la dueña del lugar, Christine Ferrari, ofrece a los viajeros curiosos y amantes de los nuevos hallazgos descubrir los secretos de este codiciado "tesoro rojo". Conquistada por Marruecos, esta suiza creó la granja Boutouil Takateret en la que plantaba árboles frutales, flores y hierbas perfumadas con propiedades medicinales, utilizadas para producir aceites esenciales. Sólo a unos treinta kilómetros de distancia podrá escapar de la frenética Ciudad Roja para dejarse llevar por los senderos de los jardines hacia una zona de bienestar.
Además, de octubre a noviembre, la Azafranería celebra el período de cosecha y permite a los visitantes ser testigos del proceso de cosecha, poda y secado que es realizado a mano por las mujeres de la aldea. En este momento, las flores de Crocus Sativus florecen para dar tonos púrpura y crear un entorno realmente impresionante. Y, durante todo el año, el propietario propone descubrir un museo que gira en torno al azafrán, así como un seminario informativo sobre esta especia tan apreciada y utilizada en las especialidades culinarias de todo el mundo. Antes de partir hacia el Valle de Ourika, tendrá el honor de disfrutar de una sabrosa taza de té con azafrán y de llevarse un poco de este increíble producto en su equipaje.
Uno de los jardines más bellos y extravagantes del mundo abre sus puertas para que los visitantes disfruten de “un viaje único de vuelta paraíso”. Y André Heller, conocido por su arte y sus numerosas obras literarias y escénicas, es el artista que imaginó este pacífico lugar. De hecho, después de haber pasado su infancia en el antiguo gran parque imperial de Schönbrunn (Austria) y, más particularmente en su famoso invernadero de plantas procedentes de los cuatro rincones del mundo, este artista decidió crear un espacio exuberante en perfecta armonía con la naturaleza y el arte en Marruecos.
En dirección a Ourika, en una parcela de 8 hectáreas, fue capaz de conceptualizar un viaje entre lo contemporáneo y lo antiguo, y también entre África y Asia. Con el deseo de crear un paraíso en el jardín, imaginó una puesta en escena que desprendía calma en un entorno único. Así, son buganvillas, plátanos, palmeras y cactus los que se encuentran cerca de increíbles obras de estatuas africanas y guerreros masai con toques muy coloridos. Y, en los calurosos días de verano, podrá disfrutar de la frescura en este espacio vegetal o, incluso, en una de las 3 salas de exposición del jardín, justo al lado del Café Paul Bowles, ideal para un descanso.
Haciendo referencia a grandes artistas y regiones del mundo, este lugar es realmente la consagración de un sueño en el que el creador dejó su alma, como se refleja en el nombre del jardín: "Anima".
A unos treinta kilómetros al sur de Marrakech, en medio de una llanura con vistas al Atlas, la extensión de agua del lago Lalla Takerkoust es un lugar único. El sitio favorito del Marrakchi para disfrutar de un picnic familiar los domingos lejos del frenesí de la ciudad. Es un lugar lleno de tranquilidad donde la naturaleza ha conservado su encanto salvaje. Esta maravilla natural lleva el nombre de la santa patrona cuya mezquita estaba situada precisamente en la ubicación actual del lago. Y, en el pasado, la población solía venir aquí a ofrecer ofrendas en su mausoleo para la fertilidad de las mujeres. En resumen, el lago es un increíble lugar fresco cerca de Marrakech que le permitirá evadirse por un día.
Durante el verano, viajeros y lugareños se reúnen para disfrutar de una serie de actividades acuáticas: pedalos, windsurf, barco, kayak o moto acuática. Del mismo modo, podrá degustar platos típicos sencillos en restaurantes como Le Flouka o Le Relais du Lac. Además, también podrá montar en quad, motocicleta o emprender caminatas para descubrir los pequeños pueblos bereberes y los paisajes áridos. Hacia el valle de las tortugas y las mesetas desérticas del Gran Atlas, el camino ofrece un contraste hechizante desde las puertas del desierto hasta los verdes valles de Ourika y los majestuosos picos de las montañas del Atlas.
En particular, en las primeras alturas del Macizo del Alto Atlas, el desierto de Agafay es ideal para practicar senderismo y montar a caballo. Cerca del lago, sus blancas dunas bordeadas de eucaliptos, viñedos y olivos son increíbles. En 4x4, en quad, en camello o en globo aerostático, podrá descubrir los encantadores pueblos bereberes que se esconden en el corazón de esta tierra.
Después de disfrutar de grandes descubrimientos, le espera el increíble Dar El Sadaka, una propiedad de una arquitectura única y original situada en el corazón de la Palmeraie de Marrakech. A lo largo de los años, esta lujosa propiedad ha dado forma a su notoriedad con un concepto de fantasía para una estancia única. En efecto, tendrá la oportunidad de alojarse entre esculturas de monos, jirafas y animales de todo tipo, realizadas a diferentes escalas. También podrá disfrutar de espacios dentro de construcciones arquitectónicas inusuales con espacios resaltados siguiendo un arte contemporáneo singular.
Además de la decoración excéntrica, el Dar es una lujosa villa que ofrece todo el confort soñado para una estancia en Marrakech. Con un hammam, una piscina y una pista de tenis privada, esta casa es ideal para acoger a 17 personas y hacerles vivir una experiencia única gracias a un personal doméstico muy cualificado y atento.
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